Steve Jobs no es un ejecutivo cualquiera. Es la imagen de Apple. Por su visión, su gestión y su sentido de la oportunidad, se le considera una persona clave en el éxito a largo plazo de la compañía que convirtió complejos dispositivos tecnológicos en productos de consumo de masas, como el reproductor digital iPod, el teléfono interactivo iPhone y la tableta iPad.
Steve Jobs, superviviente de cáncer de páncreas, lleva 14 años como CEO de Apple. El 24 de febrero cumplirá 56 años. Su estado de salud es un tema recurrente desde que en 2004 se tomara la primera baja médica, a la que siguió otra hace dos años. Ya en la junta de accionistas de 2009, a la que Jobs no asistió, hubo inversores que suscitaron el tema.
Pero nunca hasta ahora se había presentado una resolución formal sobre tan delicado asunto, en la que un grupo exige detalles sobre los criterios que se van a seguir para identificar y evaluar a los posibles candidatos a sucederlo. No se conforman con que la compañía insista que se trata de una cuestión privada ni que se diga que sigue involucrado en las "decisiones estratégicas".
El secretismo es una de las claves del éxito de Apple, al crear expectación en torno a sus innovaciones. Y puede ser también un arma de doble filo. La junta general de accionistas está previsto comience a las siete de la tarde, hora peninsular española. No se espera la participación de Steve Jobs en el evento, a pesar de que la semana pasada cenara con Barack Obama.
La baja indefinida, sin embargo, crea muchas dudas entre los inversores sobre las posibilidades reales de su retorno. Por eso, algunos accionistas quieren someter a votación una propuesta para determinar hasta qué punto la dirección está obligada a hacer público un plan de relevo. Las riendas de Apple están ahora en manos del jefe de operaciones, Tim Cook.
Los gestores de Apple se oponen a ser tan transparentes, porque temen que los rivales hagan un acercamiento a los posibles sucesores y eso, advierten, va contra el interés de los accionistas. Los inversores dejan claro que no buscan que se identifique a los potenciales aspirantes, si no que se les informe con regularidad sobre el proceso que se está siguiendo.
Al mismo tiempo, la compañía de la manzana ha recibido una propuesta de uno de los mayores fondos de pensiones de empleados públicos de California (Calpers) en la que piden que se adopte un sistema de votación democrático para la elección de consejeros. Aceptar esta medida no solo haría más transparentes las decisiones de Apple, sino que serviría de ejemplo para que muchas otras empresas se sumen a esta forma de elección.
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